viernes, 29 de abril de 2011

Bicentenario subterraneo


El terremoto dicen algunos que fue causado por las capas tectónicas y su reacomodación pero si nos   acercáramos al pensamiento mágico de García Marques  ¿Qué diría este? Probablemente  nos diría que son los próceres de la patria, que son nuestros ancestros  y no hablo solo de aquellos sino de los olvidados, de la sueña de casa, el profesor el obrero y  el indígena. Son todos ellos que se remecieron  en su tumba y en que estarían pensando ¿Por qué tanto  alboroto, que nos tiro las casas por el suelo, exaltando el mar  que con su boca  se llevo barrios, plazas, escuelas y almacenes?
Son sus sueños perdidos, son sus esperanzas naufragadas  pues su fe inconmensurable  proyectada al futuro  nunca arribó a puerto seguro, esta sigue navegando por un océano mal llamado pacifico.
Creían desde esa oscuridad subterránea que 100 años bastarían para recrear ese Edén  que siempre cataron en el himno nacional sin hablar de ese cielo azulado que hoy  día es simplemente una triste ironía.
A mediada que pasan los años nuestros antepasados miran lánguidamente desde sus criptas  y animitas, como la inercia del sistema nos controla. El movimiento, la lucha, las ganas por  el cambio que de apoco íbamos formando alguna vez en la historia como nueva nacionales  independientes, iba  siendo raudamente mermada por los grandes imperios anglosajones primero los ingleses después desde el norte los estadounidenses.
Tristemente fue muy corto el periodo que dejamos de ser colonias (si es que lo dejamos de ser alguna vez). Quizás nuestros héroes patrios hipotetisan desde sus oscuros ataúdes, que si hubiésemos dejado intacta nuestra fugaz unión en búsqueda de nuestra libertad como pueblos  latinoamericanos, quizás  si no hubiéramos  dejado pisotear, quizás si algunos dictadores despóticos  no hubiesen existido, la historia hoy sería diferente.
Nuestros difuntos  se revuelcan en sus tumbas  por que ven que el proclamado bicentenario  no trajo nada  que celebrar , la miseria sigue creciendo , la desigualdad también , todavía sobresale la ignorancia  dada por la mediocre   educación que tenemos, se sigue socavando a los pueblos originarios y al final de cuentas nuestro vendido sistema sigue siendo el hijo desforme del neoliberalismo impuesto por los militares y  sus secuaces en el régimen militar.
El espasmo de nuestros muertos, saco a relucir el mito de este mal llamado país desarrollado, fraude que se ve claramente en detalles tan insignificantes como no poseer una oficina decente que de alarma a la población en situaciones de catástrofes naturales, los sistemas de comunicación colapsaron  y las soluciones parche saltaron al ínstate  ¿Cómo podríamos clasificar esta situación de desarrollo? Parece que como buenos chilenos ajustamos las cosas de tal manera para que quedáramos clasificados en el club de los países  desarrollados, lo cual es la prueba mas fehaciente de que estamos en el rincón mas apartado del planeta  y que ningún miembro de OCDE  Se molesto en darse una buena vuelta por las poblaciones, los campamentos, las postas y escuelas.
En fin no culpo a nuestros difuntos por revolcarse en sus tumbas por que esperar hasta el tricentenario para ver si la situación anda mejor, es poner la paciencia de cualquiera a una prueba insoslayable.

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